LA VIVIENDA EN CIFRAS
Los censos del 2001 nos indican que en el área urbana de Santo Domingo existen 46701 viviendas particulares para albergar a una población de 199827 habitantes.
Esta cifras se descomponen de la siguiente manera: 28.935 casas o villas; 3641 departamentos; 5877 cuartos para inquilinos; 6927 mediaguas; 733 ranchos y 843 covachas. Si relacionamos el total de viviendas con la totalidad de la población, nos arroja un promedio de 4.4 ocupantes por vivienda, cifra que a simple vista parece razonable. Se puede concluir entonces que el problema de la vivienda en nuestra ciudad está solventado?
Una simple observación de la ciudad nos muestra una realidad distinta. Es evidente que los cuartos para inquilino, los ranchos y las covachas están lejos de reunir las condiciones de confort que requiere una familia para una vida normal. Desde ese punto de vista, podría definirse que las 7.452 unidades, que corresponden a los referidos ambientes constituyen el déficit habitacional en nuestra ciudad, vale decir el 15.9%.
Pero eso no es todo. Muchas de las mediaguas e inclusive los departamentos tienen problemas en cuanto a funcionalidad, iluminación, ventilación y calidad de construcción que de manera indudable denuncian la ausencia de un criterio técnico en su proceso constructivo. Una investigación particular habla de cifras realmente altas, como son el cincuenta por ciento de las casas o villas, el 60 por ciento de los departamentos y por lo menos el 80 por ciento de las mediaguas. Si esto es verdad, estaríamos hablando de que en nuestra ciudad la calidad de la vivienda es otro problema digno de ser considerado. En ese orden, estaríamos frente a un déficit cualitativo de la vivienda que alcanza la suma de 21979 unidades, que equivale a decir el 47% de las construcciones existentes.
Es evidente que el sector formal no ha encontrado respuesta frente a esta problemática, lo cual se expresa en el hecho de que a excepción de los programas de vivienda de las mutualistas, todos los demás asentamientos, inclusive los del Banco Ecuatoriano de la Vivienda, se iniciaron sin aprobación Municipal..El gobierno local no ha dirigido el crecimiento de nuestra ciudad, que ha crecido por generación espontánea. El movimiento cooperativo ha sido un factor determinante en su crecimiento, y es ,una derivación del cooperativismo, mezclado con la politiquería, la que promueve las invasiones y le causa el mayor daño a la intención de construir una ciudad vivible, de acuerdo a los códigos generalmente aceptados en este campo: orden, seguridad, servicios.
Según el INEC la tasa de crecimiento de las construcciones es del orden del 5.5 %, lo que equivale a decir que se construyeron anualmente un promedio de 2400 unidades habitacionales. De acuerdo a los datos del Municipio, la Dirección de Planificación aprueba alrededor de 1000 planos al año, de los cuales unos doscientos llegan hasta la etapa del permiso de construcción. En definitiva, el problema mas critico de la construcción en el cantón es que se realiza sin la presencia de un técnico. Quien construye la ciudad?
La ciudad sigue creciendo. Basta recorrer la periferia para comprobar como de manera febril se mueve la maquinaria acondicionando terrenos para nuevos programas de vivienda, pero también crecen las invasiones y con ellas se aleja cada vez mas la posibilidad de dotación de servicios a la urbe.
Frente a este panorama, bien vale pasar revista, a modo de evaluación, y preguntarnos cual ha sido el rol de los gremios de profesionales de la construcción en este campo.
El mayor volumen de construcción se ha producido básicamente en los últimos veinticinco años, y coincidencialmente desde ese tiempo tenemos Dirección de Planificación en el Municipio, por la que han desfilado buenos profesionales y de los otros. El Colegio de Arquitectos está próximo a cumplir sus veinticinco años de vida institucional en nuestra ciudad y desde alrededor de cinco años los constructores estamos organizados en una Cámara, sin embargo, si algo define a Santo Domingo es la falta de planificación. Cabe una pregunta: A que estábamos dedicados los profesionales mientras se construía la ciudad?
Desde nuestro punto de vista a los gremios les correspondía formular propuestas para dirigir el crecimiento de la ciudad, sin embargo no hemos sido capaces de interpretar el problema por lo que los improvisados políticos que se turnan en el gobierno, han debido tomar la iniciativa, con los resultados que están a la vista a nivel de ciudad, y con resultados catastróficos a nivel de ejercicio profesional.
El rol del cantón frente al país nos coloca en una situación especial frente a los capitales. Las grandes empresa, llámese bancos, fábricas, almaceneras, tienen su sede en otras ciudades, de manera que sus edificios se planifican y construyen sin nuestra participación. Las obras del gobierno se las consigue con influencias de todo tipo y se las gestiona en la Capital. Quiere decir que como fuentes de trabajo queda el Consejo Provincial, el Municipio y el sector privado local. La historia de conseguir un trabajo en esos sectores es conocida, pero lo que no se ha hecho evidente es que el desarrollo profesional en nuestro Cantón se ha estancado, lo que nos coloca a tres horas de la capital, pero a años del desarrollo tecnológico, basta decir que la consultoría local ni siquiera es tomada en cuenta..
Que hacemos para transformar esa realidad? Hasta ahora no hemos podido sostener una lucha por democratizar la contratación pública. Hasta ahora hemos dejado que La Dirección de Planificación sea la mesa de dibujo de las Alcaldías de turno, cuando no la instancia burocrática que le pone trabas a los pocos planos que intentan cumplir la formalidad; Hasta ahora nos trabamos en franca lucha con los comisarios de turno para tratar de desmantelar las redes que se dedican a extorsionar a la gente que construye sin permiso municipal, o a perseguir a los colegas que avalizan con su firma el trabajo de aprendices de arquitecto, en definitiva, buscando la calentura en las sábanas.
La imagen de la ciudad tiene otros responsables y no debemos eludir la parte que nos corresponde, a título individual y de gremios. Cuando exigimos que se cumpla la ley con respecto a los comités de contratación Municipal? Cuando integra nuestro Colegio una Comisión Asesora de Planificación con fuerza de ley? Cuando empezamos a debatir entre nosotros siquiera , los problemas de la ciudad?
Arq. Víctor Hugo Torres Egas
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